La importancia de un sueño saludable

Definitivamente el sueño es esencial para la salud y el desarrollo de nuestros niños.

El sueño en nuestros niños promueve el sentirse alerta, tener buena memoria y tener una mejor actitud, entre otras muchas cosas. Los niños que duermen bien y lo suficiente, marcan la diferencia, se desenvuelven mejor y son menos irritables. Es por ello que es tan importante que nosotros, los padres ayudemos a nuestros hijos a desarrollar buenos hábitos de dormir desde una edad temprana, inculcándoles una buena rutina que permita obtener un buen habito de sueño ideal para su desarrollo.

Esos hábitos saludables de descanso deben comenzar en la infancia. Los padres tenemos que enseñar a nuestros hijos a dormir, igual que a comer, porque una falta de sueño repercute negativamente en el niño y también en su familia.

¿Cuántas horas de sueño necesitan los niños?

Depende de la edad, un recién nacido debe dormir entre 16 y 18 horas, son muy habituales los despertares nocturnos. Poco a poco irá regularizando el sueño por la noche, aunque durante el primer año necesitará dormir entre 12 y 14 horas.

A partir de los dos años y durante toda la educación Primaria, la doctora Marta Moraleda, neurofisióloga, experta en sueño infantil y miembro de la Sociedad Española de sueño (SES) asegura que los niños deben descansar entre nueve y once horas.

Enlace de la sociedad española de sueño, en caso que te parezca colocarlo https://ses.org.es

Te compartimos algunos hábitos que puedes incorporar desde el día uno en la rutina de tú bebé:

1. Aprende a conocer los horarios y las horas de sueño de tú bebé, esto te permitiré llevarla(o) a dormir en el momento adecuado y garantizar un tiempo óptimo de descanso
2. Busca una rutina relajante, la que consideres que te viene mejor a ti y tú bebé, puede ser un buen baño, un cuento, música, cantarle, entre otros, de esa manera el o la bebé se irá familiarizando con la hora de dormir y lo calmará de todos los estímulos recibidos del día, lo ideal es hacerlo en un lugar tranquilo y sin nada que lo distraiga, un momento intimo entre ustedes, también lo puede hacer papi
3. Ayúdalo(a) a autorelajarse, enseñándole a iniciar su sueño de manera independiente para que no siempre nos necesite para dormir, la forma más recomendada es acostarlo adormecido pero no dormido, que esté cómodo, que no tenga ni calor ni frio, es muy importante que la lencería de la cuna, su ropita y su cobija sean de telas en 100% algodón y de un material suave
4. Aunque entendemos que debemos ser flexibles, debemos tratar que el lugar donde lo acostamos para la siesta o la hora de dormir, sea siempre el mismo